Dos zacatecanas en ascenso



El enfrentamiento sacó chispas pero además le dejó a Fátima una imagen poco halagüeña de su rival : “La primera impresión que tuve de ella (Isamar) es que era muy presumida”, recuerda Rubio. Claro, que no era la única con una opinión semejante. Su otrora rival recuerda que tampoco se llevó una opinión muy favorable. “Lo primero que me llamó la atención fue que era muy alta, pero después también se me hizo como que era sangroncilla.”
Una de las maravillas del deporte, y especialmente del baloncesto, es que las rivalidades pueden convertirse en poderosas alianzas. Esa misma persona que te hacía dar lo mejor de ti para derrotarla, sea sólo por su talento o porque hubiera cierto pique, puede transformarse en una hermana que vive junto a ti un ascenso extraordinario.
Precisamente eso ocurrió con los dos jóvenes talentos en formación. Todo empezó poco después de sus primeros encuentros, cuando tuvieron que entrenar juntas (en Fresnillo) para participar en un nacional. Aunque al inicio la antipatía no propició mucho contacto, poco a poco incluso empezaron a viajar juntas y formar las bases de una mejor relación.
El resultado final en lo deportivo, un séptimo lugar, quizá no fue tan trascendente como el inicio de una amistad que ha crecido de la mano del éxito. Claro que para abordar esto en su justa dimensión, primero debemos conocer un poco de los antecedentes (y coincidencias) de estas dos jóvenes promesas.
Inicio en el deporte
A las dos chicas el deporte les viene en la sangre. El señor Eduardo Rubio Sánchez, padre de Fátima, es un atleta con gran dedicación a las carreras de 5 y 10 km; además también ha incursionado en el baloncesto. Por si esto fuera poco, su hermana Fernanda -que juega con Barreteras desde 2020-, también le brindó todo un ejemplo en la práctica del deporte ráfaga.
Isamar también tuvo importantes ejemplos en casa. Sus dos papás, Édgar Flores y Lorena Montañez, son ávidos jugadores de baloncesto. Así, casi desde los 5 años, la jugadora tiene memorias de balones y canastas: “Yo iba con mi mamá a sus partidos y cada que había un tiempo fuera yo me metía con el balón a tirar”, comenta Flores.
Con esta motivación, Isamar se animó a empezar a entrenar con el profesor Luis Cepeda de las Tucitas de la UAZ y a partir de ahí se fue dando su crecimiento como jugadora. Su motivación principal estaba en el deporte ráfaga, pero también se desarrolló en el ámbito del softball, un excelente complemento para su crecimiento como atleta. Claro que siempre tuvo un mayor ánimo que la mantuvo ligada a la práctica del basket.
En contraste, los inicios de Fátima no tuvieron tanto componente de pasión: sus primeros entrenamientos fueron a la edad de 8 años por la iniciativa de sus padres, quienes no querían verla en casa sin hacer nada. Aunque empezó con el baloncesto, deporte que practicaban sus hermanos, pronto lo dejó y pasó por otras disciplinas: atletismo, danza folklórica e incluso música. Todo cambio con un evento la hizo volver a las canchas: “Tuve una competencia de atletismo y quedé en cuarto lugar, con lo que me frustré y decidí regresar al basket. Al volver, lo disfruté más y empecé a darme cuenta de que podía ser mejor.”
Conforme se fueron desarrollando, las dos jugadoras no sólo se emocionaban con su propio desempeño deportivo, sino que encontraron inspiración en otras jugadoras zacatecanas. En particular, las chicas coinciden al mencionar a Karla Martínez como un ejemplo a seguir que las motivó con su participación en la selección nacional. Se diría que sus actuaciones contribuyeron a poner la semilla de sus sueños para representar a México.
Trascendencia nacional
Poco después de su primera experiencia conjunta, esa en la que pasaron de rivales a compañeras, Isamar se integró a la academia de Coyotas; en donde empezó a entrenar bajo la tutela del profesor Eduardo Pérez. Un año después Fátima se integró al equipo, propiciando un reencuentro de las dos talentosas jugadoras en una nueva plataforma que prometía llevarlas mucho más lejos.
Como es normal en el desarrollo de deportistas juveniles, empezaron a participar en torneos estatales, regionales y nacionales. Estas oportunidades les permitieron ganar experiencia, a la par de afinar sus habilidades, para llegar a un año 2021 de ensueño. Se combinaron para ganar el campeonato nacional de su categoría en el torneo 3 x 3, un logro que puso en alto el nombre de Zacatecas y las llenó de orgullo: “Se siente muy bien porque vas representando a tu estado y, al mismo tiempo, les demuestras a las personas lo que eres capaz de hacer”, comenta Isamar.
A la par, las dos chicas empezaron a llamar la atención de los máximos círculos del baloncesto en nuestro país; abriendo la oportunidad para una etapa de otro nivel, llena de satisfacciones, pero con una fuerte dosis de inquietud. Venía el llamado a la selección nacional juvenil:
“Yo estaba muy nerviosa. Cuando nos tomaron los datos para la selección, nos dijeron que no era seguro que nos contactaran. Yo realmente pensaba ´quiero que me manden la carta´, pero tuvieron que pasar dos semanas para que la mandaran. Cuando al fin llegó me sentí muy feliz: era algo que siempre había querido, desde que supe qué es la selección nacional “, señala Fátima.
“Yo cuando nos pidieron los datos me emocioné mucho, llegar a la selección era un sueño que tenía desde chiquita. Lo que hice fue trabajar para alcanzar el objetivo”, complementa Isamar.
Un nuevo nivel
La exigencia al participar con una selección nacional, incluso en categorías juveniles, obliga a las jugadoras a elevar su aptitud en todos los sentidos. Está el compromiso en la cancha, pero también la disciplina necesaria para alejarse de casa en el afán de seguir creciendo: “Ya en la concentración me sentía muy nerviosa. No tenía idea de cómo son los entrenamientos y los cortes de jugadoras, pero ya estando ahí te adaptas”, nos dice Fátima.
Pero el trabajo trae sus recompensas. El pasado mes de agosto, las dos chicas participaron en el torneo premundial que se llevó a cabo en León, Guanajuato, con la participación de equipos como Estados Unidos, Argentina, Puerto Rico, Chile, Canadá, Brasil y Costa Rica. Nos dice Fátima:
“Después de un mes de estar en concentración, salir al mundo exterior y ver a toda la gente que estaba con nosotros fue una motivación muy padre. La verdad al final del juego contra Argentina terminé llorando en el vestidor, por la emoción de al fin ver a mi familia y poder compartir con ellos el sueño que estábamos logrando.”
Y complementa Isamar: “Cuando llegamos a la cancha vimos a nuestras familias y toda la gente que nos apoya. Casi quería llorar, de ver todo el apoyo, pero luego me relajé confiando en nuestra preparación para hacer las cosas bien. Ya cuando logramos ganar pues nos quedó una satisfacción enorme de mostrar que podíamos ganarle a grandes equipos de otros países.”
En todo caso las jóvenes zacatecanas mostraron su capacidad y fueron piezas importantes para lograr el objetivo colectivo: clasificar al campeonato mundial que se realizará este año en Hungría. Tal fue su desempeño que cuando, posteriormente, han visto los partidos las chicas no caben de emoción al pensar en cómo pudieron llegar ahí. Verse enfundadas en el uniforme nacional, con su apellido en los dorsales, las deja con una satisfacción extraordinaria.
Aporte de Barreteras
Hasta ahora no lo hemos mencionado, pero Fátima contó con un as bajo la manga con miras a su participación en el torneo internacional de León. La temporada pasada la menor de las hermanas Rubio entrenó todo el año con Barreteras, convirtiéndose en parte del plantel que compitió en la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional y ganando una experiencia invaluable:
“Cuando jugamos contra Estados Unidos nunca me sentí asustada, porque después de entrenar toda la temporada con jugadoras extranjeras se me hizo algo más natural. Pude entrar más tranquila a los juegos”, nos dice la jugadora.
Es así que, con miras al mundial de Hungría, la participación de las jóvenes en el equipo zacatecano abrirá nuevas oportunidades para crecer. Como comenta Isamar: “Yo quiero aprender todas las grandes jugadoras en Barreteras: de su experiencia y sus movimientos. Quiero aprovechar estar cotidianamente con ellas en los entrenamientos, para cobrar más fuerza en el proceso.” Y complementa Fátima: “Vamos dispuestas a aprender, a crecer y a darle, para llegar con todo al mundial.”
Por si esto fuera poco, las dos chicas coinciden en la importancia que Eduardo Pérez, entrenador de Barreteras, ha tenido para su formación. El ´Profe Lalo´ no sólo las ha desarrollado en la parte técnica del baloncesto, sino que les ha ayudado a desarrollar el carácter para enfrentar situaciones muy importantes. Con esto les ha sido posible trascender a los niveles que soñaban desde su infancia.
Ahora ellas mismas no caben de alegría. Después de haber sido fans de grandes jugadoras como Karla Martínez, o las estrellas de Barreteras, es una maravilla que empiezan a recibir mensajes de niñas y jóvenes que las ven como un referente. Claro que esto, a la vez que las motiva, las compromete para siempre seguir dando lo mejor de sí dentro y fuera de las canchas.
Así es que juegan, sueñan y se preparan para un futuro que -de la mano del baloncesto-, podrá llevarlas a concretar los sueños de una carrera universitaria (deportiva y académica), incursionar en el ámbito profesional, así como seguir representando a Zacatecas y México en las mayores competencias del baloncesto mundial.
13 preguntas, para conocer a nuestras jugadoras a través de sus cosas favoritas.
Fátima Rubio
1. Color: rosa y blanco
2. Comida: pozole
3. Postre: nieve de chocolate
4. Pasatiempo: el deporte, la música, ver películas y pasar tiempo con mi familia
5. Libro: Pedro Páramo
6. Música: reguetón, banda, baladas y pop
7. Programa de TV: no se por que razón pero me gusta ver venga la alergia
8. Marca de teléfono: oppo
9. Placer culposo: comer bastante chocolate
10. Equipo NBA: Lakers
11. Ciudad: de las que conozco, Guanajuato, y me gustaría visitar Mérida.
12. Tenis: Nike Freak
13. Modelo a seguir: Paola Estrada y Claudia Ramos
Isamar Flores
1. Color: Negro
2. Comida: Caldo de pollo
3. Postre: Chocoflan
4. Pasatiempo: Jugar con mis mascotas
5. Libro: La vuelta al mundo en 80 días
6. Música: Reguetón
7. Programa de TV – no veo mucho televisión, prefiero escuchar música
8. Marca Teléfono: Huawei P30 Lite
9. Ciudad: Me gusta mucho Monterrey y me gustaría visitar Baja California Sur
10. Tenis: Kyrie 4
11. Modelo a seguir: Paola Estrada
Prensa Barreteras